…y de pronto una mañana, cumplí 39 años de vida. ¡¡Gracias a todos!!

Recuerdo aun cuando mi padre se sentaba conmigo y me decía, como añorando un futuro idílico que nunca llegó, “Cuando llegue el año 2000, tu tendrás 21, mamá 42 y yo 53. Seremos muy jóvenes todos, y podremos ver muchas cosas alucinantes que de seguro el futuro tendrá ¿te imaginas?”. Lo triste es que mi padre no llegó a cumplir 39 años. Se quedó en el camino con 38 años, 3 meses y 15 días de vida. Una mañana fría de lunes como la de hoy. Igualita. Desde aquel momento, para bien o para mal, mi vida dio un vuelco alucinante. Pase de vivir una vida con mis padres, que con sus más y sus menos luchaban para darme una buena vida, a una vida completamente diferente. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. Eso sí, con la permanente angustia del “¿qué pasó?”.

No lo sé. Quizás como dicen tantas y tantas personas, “todo ocurre por algo en esta vida”y finalmente todos no somos más que fichas o instrumentos en un enorme tablero. Muchas veces las cosas que hacemos, aunque ni nos damos cuenta, permiten o posibilitan otras; como un maquiavélico juego que solo busca darle sentido a la teoría del caos. Aquella donde el resultado de algo depende de distintas variables y, por rabiosa necesidad, es imposible de predecir. No lo sé, pero por lo menos intenté siempre encontrar cierto consuelo en dicho planteamiento. Algo así como “mi vida permite que la vida de alguien más, a quien quizás no conozca aun, sea posible”.

Así pues, desde aquel entonces mi vida ha sido hasta la fecha una vorágine de experiencias que no dejan impávido a nadie, y que algunos consideran sorprendentes y otros dicen “Ala. Que suerte has tenido”, jejeje. No pretendo lanzar una oda al viento para recordar todos los “kilómetros recorridos”, pero sí es verdad que consciente o inconscientemente he intentado vivir a tope mis primeros 39 años de vida. A tope, a tope.

Hoy que cumplo 39 años, he logrado una meta más en mi vida. He logrado vivir más que mi padre. He logrado VIVIR mucho más que mi viejo querido, en todos los sentidos posibles de la palabra. Esa frase “vive cada día como si fuera el ultimo”, es algo que muy poca gente entiende realmente, aunque yo llevo muchísimos años aplicándomela en el trabajo, en lo personal, y en cuanto aspecto tiene mi vida.

¿Qué pasaría si no hubiera tiempo para más, y hoy fuera tu ultimo día, o si lo fuera dentro de una semana, o dentro de un mes? ¿No trabajarías como un loco para dejar lo mejor posicionada a tu familia, a tus hijos, a tu gente querida? Quizás esta situación te forzaría a hacer las cosas mucho más rápido, a no perder tiempo en cosas o gente que no vale la pena (y extirparlos de tu vida para siempre), a ser brutalmente honesto con tus sentimientos y opiniones, a no esperar que las cosas se solucionen solas, a no tolerar abusos ni atropellos gratuitos, o incluso a radicalizar tu esfuerzo por salir adelante. Puede que, bajo este paquete de premisas, algunos te perciban como frío, calculador, distante, e incluso temible; pero como todo en esta vida, es solo cuestión de óptica y de tener los datos a la mano.

A la fecha, tengo más recuerdos y sentimientos positivos que negativos, y he recolectado miles de grandes y buenos deseos hacia mi persona. ¿por qué?, pues no lo sé realmente, porque yo solo tengo una política en ese sentido “Al que me quiera de corazón, el mundo. Al que no, ni agua”, y he podido ayudar a tantísima gente durante el camino, que la verdad me siento plenamente orgulloso de cada paso que he dado. Cómo le comento siempre a mis allegados “lo importante es poder dormir en paz. Lo demás es mierda”.

Esta mañana me desperté, antes de las 6am como siempre, y encontré 8 mensajes de voz, 47 de texto, 893 correos del LinkedIn, y siguen llegando, y llegando y llegando. ¿Qué te puedo decir? Mil gracias. Solo eso. Algo habré y estaré haciendo bien, para que tanta gente se tome unos segundos de su vida para saludar a este pequeño individuo.

Pienso que quizás solo es cuestión de ser uno mismo y de buscar siempre una trascendencia real en este mundo. Muchas cosas te saldrán bien, y muchas otras no serán de tu agrado, pero si te centras en caminar TU PROPIO CAMINO, no habrá mayor problema. Deja que la envidia sea la carga de otros y nunca la tuya, y que los malos deseos sean la enfermedad de quienes no pueden con su propia vida y quieren joder al resto. Tú no te compliques porque finalmente como dicen en México “cuando te toca, aunque te quites; y cuando no te toca, aunque te pongas”

Llevo 23 de mis 39 años trabajando de lo lindo, y en todo lo que me ha caído por delante. Nunca le dije que no a nada que fuera provechoso y honesto, aunque costara el doble o el triple de esfuerzo. Nunca he dicho que no a nadie que me necesitara de corazón y que viniera con intensiones limpias y sinceras, y nunca he dejado de estar presente para todos los que lo han estado para mí. Son «pocos» años, pero he aprendido tantas cosas de este mundo, que después de tantas y tantas vueltas, aciertos, desaciertos, éxitos y fracasos, solo tengo una conclusión:

“…Hay que ser feliz y procurar la felicidad de quien se la merezca. Rodearte de gente sincera y de buenos sentimientos, y alejarte radicalmente de quienes no lo son (aunque te duela en el alma separarte de algunos). Trabajar mucho para sentir plenitud y satisfacción por tus logros, y ser fiel a tu corazón durante cada día de tu vida…”

En buena cuenta, solo se vive una vez y cada día con vida es una bendición tremendamente poderosa, ¿no crees?

Ahora sí. Te dejo que toca celebrar mi día. Gracias por tantas muestras de cariño, y gracias por hacer de lo que podría ser una vida común y silvestre, una verdadera historia que contar. Mil gracias, y mil cariños. Que lleguen hasta donde sea que estés, mis mejores deseos y todo lo que te mereces.

¡¡Gracias!!

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