…un año después

Hoy se hace un año desde que llegó la primera cuarentena que nos encerró a todos en casa. Una experiencia que nunca había vivido, y algo que sin duda nos ha cambiado la vida a todos.

Yo había regresado de Italia un par de semanas antes, y me había encerrado por 15 días de manera preventiva. Recuerdo que pensaba en lo complicado que sería todo si nos encerraran a todos como ya se venía voceando en otros países, y aunque no sentía mucho temor por el tema, si estaba algo angustiado. Desde luego mi falta de temor se debía a la profunda ignorancia que había al respecto y a que unos días atrás, en Roma, todo el mundo iba como si no pasara absolutamente nada. Incluso tuve un episodio con una farmacéutica a unos metros de la plaza de Popolo, donde me dijo “todo esto no es más que un psicosocial, causado por los problemas de Trump con China”. Créeme que pensé lo mismo, jeje.

No hay texto alternativo para esta imagen

A los pocos días, en la RAI (la televisión pública italiana) pasaron un reportaje del 2015, donde ya hablaban de un “corona virus” y cómo se investigaba con él en China. Recuerdo que incluso mencionaron que uno de los riesgos (muy remotos, supuestamente) era que el virus saliera del laboratorio y se diseminara por todo el mundo. Recuerdo que sentado en el sofá me quedé consternado porque esto ya empezaba a cobrar otros matices. Unos días después, volviendo a Roma del norte de Italia, encontré muchísimo movimiento en la estación. Militares, y muchos anuncios en las pantallas. Anuncios que ya iban en tono alarmante (porque no los había visto en días anteriores por ningún lado). Si bien cuando llegué a Roma (un par de semanas antes) me encontré con la Cruz Roja revisando la temperatura con cámaras térmicas y demás, salvo por ese episodio, no había mayor prevención en ningún lugar de la ciudad. Debo confesar que yo tampoco tomé previsión alguna, ni me puse una mascarilla en ningún momento. Qué locura.

No hay texto alternativo para esta imagen

Bueno, al llegar nuevamente a Roma (a la estación de Termini) ya de madrugada, me encontré con la sorpresa de que habían cerrado las vías de comunicación en todo Italia, y que por poco no hubiera logrado llegar a Roma. Te imaginas que se canceló el Carnaval de Venecia por todo esto, y que un evento con más de 700 años (siete siglos) de historia, de pronto se canceló y listo. De ese tamaño era la crisis. Qué locura. De ahí calcula la situación.

No hay texto alternativo para esta imagen

Lo cierto es que llegando a Lima (no me revisaron nada de nada en Ámsterdam, ni en Bogotá, ni mucho menos en Lima, por cierto), además de decidir encerrarme por 15 días, empezamos a organizarnos para la posibilidad de un gran y largo encierro. Me resistía a creerlo, pero era inevitable. Si esto estaba ocurriendo “por allá”, por aquí sería muchísimo peor.

Tal y como he contado en alguna ocasión, para lograr la continuidad de nuestro negocio, años atrás invertimos en la puesta en marcha de una operación paralela que iba en la nube. Aunque hasta la fecha no la habíamos explotado como se merecía, al parecer el momento de la verdad se aproximaba. Desde casa empecé a coordinar con el equipo lo que podría pasar, y qué podríamos hacer. Pusimos a punto los portátiles, digitalizamos todo lo que nos pudiera servir, y empezamos a hacer pruebas. Tuvimos tiempo, afortunadamente. Yo seguía organizando todo como si nos fuéramos a encerrar, aunque albergaba una esperanza (inocente) de que no hiciera falta finalmente.

Nosotros manejamos dos unidades de negocio: Consultoría y Entrenamiento. La primera, Consultoría, no tenía mayor inconveniente ya que desde siempre hemos manejado todo en entornos colaborativos, con herramientas en la nube para almacenamiento, diseño de procesos, documentos y todo lo que realmente siempre nos ha hecho falta. Por ese lado, digamos que, aunque no nos hiciera mucha ilusión, estábamos preparados para lo que surgiera. La segunda, Entrenamiento, si tenía “un pequeño inconveniente” porque el servicio se brindaba de manera presencial, y todo estaba organizado en ese sentido. En el caso de Entrenamiento si tendríamos que movernos rápido para evitar que esta situación (inevitable para mí, aunque aún faltaban 10 días para que nos encierren y yo no lo sabía) nos pasara por encima y nos aplastara contra el suelo. Empezamos a pensar, organizar, hacer checklist, incluso algunas reuniones de “¿qué hacemos?”, y finalmente llegamos a la conclusión de que teníamos suficiente “marca y trayectoria” como para “mudar” nuestros servicios al ciberespacio y que nuestra propia red de valor nos respalde, proteja y bendiga (nunca está de más tener fe). Quienes me conocen, saben que siempre he disfrutado con una pizarra y unos marcadores, pero no había mayor alternativa que “adaptarnos” para que lo inevitable no resultara, además de todo, catastrófico para el negocio.

Ultimo grupo presencial Risk Management Professional (ISO31000)

Hicimos nuestro último curso presencial durante el fin de semana previo al encierro (Risk Management. ISO31000), y al día siguiente iniciábamos el de Information Security (ISO27001). Esa tarde del 15 de marzo 2020, después de haber publicado la foto de fin de curso (Risk) nos llegó la noticia de que a partir del lunes 16 de marzo entrabamos en cuarentena estricta y todo lo demás. Esa misma noche fuimos todos a la oficina a recoger nuestros equipos, y todo lo que hiciera falta porque, aunque nos dijeron “15 días”, lo cierto es que nadie con dos dedos de frente podría creer que una situación sanitaria tan grave (a escala mundial) podría resolverse en 15 días (y ni en 15 meses). La pregunta fue inevitable “¿mañana cómo hacemos con el inicio del curso?”, a lo que con mucha gracia dijimos algo así cómo “liberen al craken”, y así se puso en órbita nuestro querido #PMCLiveTraining.

Primer grupo a través de #PMCLiveTraining (Information Security Professional - ISO27001)

De inmediato dinos inicio a la campaña que habíamos preparado por si esto ocurría, y desplegamos la convocatoria para diferentes webinars (antes de la inmensa avalancha que llegó después, jeje) para renovar bases de datos con leads de otros países ya que, gracias al encierro, las barreras geográficas habían caído y había que aprovechar lo que la vida nos estaba dando en ese momento. Al día siguiente, mientras muchos aún seguían estupefactos y no sabían bien qué hacer, nosotros anunciábamos que “aquí no paramos” y brindamos, a través de nuestros webinars, una “probadita” de lo que sería nuestro estilo a través de #PMCLiveTraining.

...la criatura.

Durante este último año han ocurrido muchísimas cosas, hemos vivido tristeza, alegría, desconsuelo, frustración, ansiedad, angustia, pero también hemos vivido lo que es tener esperanza e ilusión. No ha sido un año sencillo, ha sido enormemente duro y complicado, pero hemos logrado muchos de los objetivos trazados desde el primer momento: nos hemos mantenido unidos. No es poco el poder decir que nuestra organización sigue conformada por los mismos que éramos cuando empezó la pandemia, que hemos logrado seguir marcando la pauta en nuestro mercado y que hemos incursionado notablemente en diferentes mercados donde antes solo llegábamos viajando. En este año nos han premiado con su preferencia, más de 1,500 profesionales que desde Perú, México, Colombia, Panamá, Honduras, Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Canadá y España, se han sumado a nuestra comunidad de ex alumnos, comprobando así que la calidad no conoce fronteras, que el idioma es el mismo con sus particularidades y todo, y que cuando se quiere y se trabaja muy (MUY) duro, se puede lograr hasta lo inimaginable. Por el lado de consultoría, tenemos que agradecer la confianza de nuestros clientes que aun con todos estos cambios, nos han seguido prefiriendo para ayudarlos a lograr sus objetivos. Un año tan lleno de aprendizaje, de nuevas experiencias, de nuevos enfoques, donde hemos tenido la confianza de muchos profesionales y empresas como principal aliciente.

¿Nos ha afectado la pandemia como negocio? Por supuesto. ¿Nos ha complicado las cosas y hecho desistir de algunos objetivos trazados? Por supuesto. ¿Nos ha enseñado y confirmado de qué estamos hechos como equipo? Sin duda alguna.

Siempre hablo de la potencia que tiene el “colaborar”, pero sobre todo de lo importante que es saber con quién lo haces y qué te mueve realmente a hacerlo. Este año que ha pasado me ha traído muchos nuevos amigos y socios de negocio, muchas oportunidades aprovechadas en conjunto y un verdadero sentido del ganar-ganar. Para nadie es un secreto mi espíritu competitivo, y lo mucho que calculo cada paso. Es así, pues. Sin embargo, este año me enseñó a ser paciente, a dar gracias por cada día, a cerrar los ojos con ilusión cada vez que algún amigo superaba al virus, a morder con coraje y frustración cuando alguno no lo lograba, y ver que la solidaridad es una manera de expresarnos sanamente. Este año me enseñó que tenemos muchas cosas por las que seguir vivos, por las que seguir intentándolo, y por las que seguir siendo originales. Somos un equipo, todos los que conformamos la familia pmc (eso te incluye, sin duda alguna).

Seguimos juntos. Seguimos vivos. Seguimos aquí, amigos. Te mando un abrazo enorme, y te agradezco por todo este año juntos, donde no solo hemos aprendido mucho sino donde nos hemos afianzado como equipo y compañeros de aventuras. En unos años, cuando pienses en la pandemia y en todo lo que te tocó vivir, te acordarás de mi como yo lo haré de ti.

Muchas gracias por llegar hasta aquí. No podía dejar pasar este día sin escribir algo en ese sentido.

Un abrazo enorme.

Facebook
Twitter
LinkedIn