Oportunidades que se presentan. Decisiones que tomar. ¿llegó la hora?

Una mañana como cualquier otra, o por lo menos eso pensaba. Iba dando tumbos de un lado al otro, pensando y pensando en lo que tenía frente a mí. Hacía mucho frío, y aunque eso no me disgusta para nada, en algo influía a mi nerviosismo. No son cosas que ocurran todos los días, me repetía con esmero, y sinceramente no es algo que me sea indiferente (de hecho, lo esperé por mucho tiempo). Una oportunidad sin duda alguna, pero no una cualquiera. Una oportunidad para hacer las cosas desde otra óptica. Una oportunidad para ver si realmente puedo hacer con otros lo que llevo años haciendo para mí mismo. Extrapolación le dicen, no sé. ¿Será posible?
…se trata de ayudar a otros a que lo hagan igual de bien o muchísimo mejor.
Resulta que llevo ya varios años liderando un esquema de negocio que ha logrado cifras realmente relevantes, y al parecer eso no se puede quedar únicamente “ahí”. Alguien me dijo “¿y podrías ayudar a otros a que logren exactamente lo mismo que tú, o incluso a que lo hagan mejor?”“No lo sé. Supongo que sí.”, dije yo. Eso implicaría que la persona y su organización estén dispuestos a trabajar igual de duro, a dedicarse por lo menos de la misma manera, a realmente querer destacar a base de esfuerzo y sacrificio. No creo que sea sencillo, ya que no solo es “dar la receta”, hay que estar dispuestos a trabajar (y mucho). Aun así, con la combinación adecuada de ganas y ambición, todo es posible en este mundo.
¿Podría ayudar a otras organizaciones a lograr los números que yo he logrado sostenidamente por años?
Tengo muy claro qué es lo que se tiene que hacer para lanzar productos y servicios que llamen realmente la atención, que sean claros y tangibles en el amplio sentido de la palabra, y que al ser consumidos logren “ese efecto” en el consumidor, ese efecto que hace que te recomienden y que luego cada iniciativa genere una inercia tal que te permita hablar, realmente, de negocio y no solo de ilusión. Llevo años ideando algunas de las más exitosas estrategias de mi sector, y me resulta curioso saber si estás podrían funcionar sin que sea yo quien las ejecute o quien las lleve adelante. En buena cuenta, se trata de ayudar a otros a que lo hagan igual de bien o muchísimo mejor (sin duda no es imposible). Un nuevo reto, algo que le da ilusión a la vida. Una nueva aventura con la que, eso creo yo, podría ayudar a quienes hoy por hoy compiten y trabajan arduamente para hacerse de un lugar en cada mercado.
Es un reto importante, y una gran responsabilidad que debo manejar con el cuidado que se requiere…
Los números son muy claros. Durante años, y sin ser una mega corporación, he logrado mantener a la organización que lidero dentro del top de todo Hispanoamérica (incluyendo España), alcanzando números históricos y resultados abrumadores. Como ya decía, sin ser una mega corporación con décadas en el mercado ni los capitales que esto implica. Siendo un humilde personaje, con su propio estilo y visión de negocio, sumado a contar con las mejores relaciones con cada organización a la que represento. Para nadie es un secreto, son cifras oficiales, son números claros y sostenidos. Pregúntale a mis amigos Ricardo y/o a Eduardo, jeje.
Creo que puede ser una gran oportunidad, y si tuviera 10 años menos no dudaría ni por un segundo…
En todos estos años, superando repetidas veces las fronteras de lo tradicional y sin ser (repito) una mega corporación que se mide por sus resultados globales, he logrado números impresionantes y he posicionado sendas marcas en más de una ocasión. Por tanto, creo que algo sé de este mercado y algo podré brindarle al resto, ¿no? (me preguntaba para mis adentros). Digamos que todo esto da pie a mis dudas: ¿Podría acaso lograr lo mismo para otros? ¿Podría ayudar a otras organizaciones a lograr los números que yo he logrado sostenidamente por años? En principio la propuesta que tengo en frente “me obliga” a alejarme de alguna manera de mis actividades diarias, a mantener un mayor relacionamiento con muchísima gente, y a poner por delante muchas responsabilidades que de momento me tienen algo agobiado (Soy de carne, ¿recuerdas?). De momento voy a sopesar los pros y los contras, a consultar con amigos que ya se dedican de lleno a este tema, a prepararme para el gran cambio que implica y luego a tomar una decisión. Es un reto importante, y una gran responsabilidad que debo manejar con el cuidado que se requiere. Creo que puede ser una gran oportunidad, y si tuviera 10 años menos no dudaría ni por un segundo, pero ahora veo las cosas con otra óptica y con un enfoque más a largo plazo; sin embargo, ya sabes. Soy como soy y tengo debilidad por este tipo de cosas, jeje. Veamos qué decido finalmente. El hecho es que el tema ya está en frente desde hace algunos meses, la encomienda es muy grande, y también creo que el momento es oportuno. Veamos pues. ¡¡Sigamos pensando un poquito más!! 😉
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