Marcos de trabajo: ¿Qué ocurre cuando la solución se vuelve el problema? (v1.1)

Llevo muchos años involucrado con marcos de trabajo, metodologías, normas y buenas prácticas. Sí, y aunque parezca curioso, no son lo mismo (luego te explico). Durante varios lustros he podido ver cómo muchas organizaciones buscan de alguna manera solucionar sus “problemas” aplicando, eventualmente, el marco o solución que más de moda esté, o algún Frankenstein derivado de estos… ¿Te suena conocido?

Si tienes la suficiente cantidad de años, recordarás que hemos pasado por buenas prácticas para gestionar servicios de TI, luego para gobernar las TI, luego para gestionar proyectos, luego para estructurar dichos proyectos, luego para gobernar servicios que son gestionados de manera estructurada, pasando por discusiones eternas (con libro en la mano) entre lo que dice una norma versus lo que dice la lógica, y en cada caso, lo recordarás, hemos llegado a la conclusión de que eran la solución a cada uno de nuestros problemas. Y lo sabes (*).


👉🏻 (*) Está claro que cada vez que algún marco de estos se pone “de moda”, es en gran parte porque termina siendo “patrocinado” por foros, grupos, clubes, asociaciones y mucho marketing detrás. Yo mismo he presidido alguno y formado parte de muchos durante mi vida (y lo disfruto enormemente, ¡para qué nos vamos a engañar!). Soy humano, claro. Todos buscamos pertenecer a algún grupo, antes o después. Es natural…👈🏻


Incluso ya desde hace algunos años (unos 12 o más, según mis recuerdos), hemos puesto de moda algún que otro enfoque que lo que hace es cuestionar la forma estructurada o “tradicional” de hacer las cosas, y la ha llevado hasta las cuerdas y a un nivel en el que muchos piensan que “si es tradicional, entonces es malo” (**), con lo cual, hacerlo de “la otra manera” es mejor que mejor. El cambio no es malo en absoluto, es parte de la evolución en todos los sentidos posibles y lo que nos permite avanzar como personas y como sociedad; sin embargo, hemos llegado a un punto (nuevamente) donde la solución se vuelve un problema.


👉🏻 (**) Mensaje poderosísimo que lleva vigente desde que el mundo es mundo, y que ha justificado la inmensa cantidad de cambios que hemos vivido en todos los estamentos de la historia, y que nos ha hecho pensar que nuestros padres estaban equivocados, y a ellos en algún momento que los suyos eran los equivocados, y así hasta el primer hombre y su segunda generación…👈🏻


Desde hace una temporada hemos visto que “el alcance” de muchos de estos marcos se ha vuelto tan grande que han dejado de ser aplicables únicamente a nuestro entorno (las TICs) para pasar a un nivel más corporativo (cobertura total de la empresa) y, claro, eso no es precisamente negativo pero acarrea algunos que otros inconvenientes en el discurso, en el enfoque y sobre todo, ya nos pone en la dificultad de tener que actualizarnos y todo lo demás, y quizás ése sea el menor de nuestros problemas. Pero:

¿Qué ocurre con todas las iniciativas que pusiste en marcha dentro de tu organización, abanderadas por el marco de moda o por la solución más marketeada de ese momento?

Probablemente algunas las incorporemos al histórico de iniciativas que fueron productivas y qué ahora requieren de un “Upgrade”, quizás otras irán al repositorio de “lecciones aprendidas” (muchas veces en la sección de “lo que no hay que hacer”), y muchas otras seguirán vigentes por los siglos de los siglos porque, más allá de si fueron una moda en su momento, siguen siendo útiles, nos ayudan muchísimo y si las reemplazamos puede que todo falle para siempre o se produzca un efecto domino como en el final de “El club de la lucha”. Eventualmente alguien las cuestionará e intentará cambiar lo que funciona, pero ya sabemos que no lo tendrá fácil (COBOL, por ejemplo).

¿El problema son los marcos de trabajo, metodologías, normas y buenas prácticas?

…no.

El problema, en este tema y en casi todo en esta vida, radica en que muchas veces nos enfocamos en lo que la mayoría desea y no en lo que realmente nos hace falta. Muchas de estas “formas de trabajar” son espectacularmente útiles, pero las tomamos en el sentido literal (purista) de las cosas y no caemos en la necesidad (ni contemplamos la posibilidad) de adaptarlas a nuestra realidad y, lógicamente, hacerlas que trabajen para nosotros y no al revés.

Cuando una organización no puede “fluir” porque se encuentra siguiendo reglas absurdas y establecidas por una «norma» (***), estamos olvidando que “las reglas se hicieron para romperse” y que si algo nos ha hecho evolucionar y crecer como sociedad ha sido el cuestionar el estatus quo y reinventarlo todo. El problema no es la organización. El problema es que muchas veces estamos cegados o ensimismados en aplicar algo por cumplir con lo que dicta el mercado (no hablo de regulaciones, lógicamente), aun cuando es evidente que esto nos trae más inconvenientes que alegrías, y más sobreesfuerzo que resultados. Finalmente, con tal de «quedar bien», terminamos todos en medio de la «dinámica del cumplimiento», donde «cumplo y miento» y de perdidos al rio…


👉🏻 (***) Los marcos de trabajo, metodologías, normas y buenas prácticas se actualizan cada equis años, porque cuando se desarrollan están pensadas para una realidad que no necesariamente durará mucho. El mundo gira y todo cambia. Hace unos años era “normal” validar algunos documentos con sello, huella y firma. Hoy en día lo normal difiere mucho. Las normas (seguro que había una) que regulaban el tamaño y material de los sellos, el color de la tinta del bolígrafo y hasta la forma de cómo colocábamos la huella, ya no solo no son tan importantes como antes, sino que en breve es muy probable que dejen de existir a causa de la proliferación y el uso de la firma digital y diversos medios para garantizar identidad y voluntad. Claro, esto no quita que “en su momento” fueran “críticas y relevantes”, así como “normal” su cumplimiento…👈🏻


Conclusión:

Debe quedar claro que para que tengamos éxito (****) en la implementación de cualquier marco de trabajo, metodología, norma o buena práctica, primero debemos ser conscientes de la realidad a la que nos enfrentamos. Ninguna organización es igual a otra, y lo que funciona en una no necesariamente funcionará en la siguiente, aun cuando sean del mismo sector o técnicamente se dediquen a lo mismo. No existe fórmula mágica, bala de plata, bálsamo de Fierabrás, ni nada que se le parezca cuando se trata de buscar la forma más adecuada de hacer las cosas. Si de pronto tienes la sensación de que estás haciendo algo que no aporta realmente a tu trabajo diario, probablemente estés en lo cierto.


👉🏻 (****) Éxito, aplicado en este contexto, es igual a un cliente satisfecho, contento, y dispuesto a recomendar tus servicios a todas las personas que conoce, generando la rentabilidad que nos hace sostenibles en el tiempo…👈🏻


En mi experiencia, que no es poca, lo mejor que puedes hacer (aunque suene manido) es escuchar a tu cliente. Invertir todo el tiempo posible en tratar de entender su problema, qué le duele, qué le aqueja, y preguntar, charlar, y volver a preguntar. Si partimos de la premisa de “quiero ayudarte”, es muy probable que juntos podamos encontrar la solución. Puede resultar un tanto “idílico”, pero debes saber que cuando no se tiene claro lo que ocurre, cualquier decisión que tomes o cualquier opinión que emitas, puede ser errada.

Ahora, tampoco es cuestión de engañarse pensando en un mundo idílico. Siempre hay que tener en cuenta que la vida es bastante curiosa y retorcida tambien. Las cosas no suelen ser siempre cómo debieran, pero es lo que hay. Más antes o más después te encontrarás con personajes que por mucho que digan que están dispuestos a cambiar las cosas, realmente no quieren hacerlo porque han aprendido a “surfear” en el caos que ellos mismos promueven, y son conscientes de que si todo fuera más sencillo y las cosas fluyeran de manera más simple, pues no harían falta realmente. Un buen amigo los llama “los organizadores del caos”, jeje. Dícese de los especialistas en complicar las cosas y darles un halo de “ahora está mejor, pero solo yo sé por dónde ir a ciencia cierta”. Viven siempre ocupados, tiempo no les sobra para nada, y lo disfrutan mucho. Ah! Pero si todo fuera más simple o como la gente realmente necesita y reclama, ¿Qué razón tendrían de ser?.

Llevo muchos años trabajando con múltiples marcos en diferentes países y he cosechado algunas experiencias geniales en el camino, y otras de las que he tenido mucho que aprender; sin embargo, si algo me ha quedado claro siempre es que no hay tiempo mejor aprovechado que aquel que utilizamos en escuchar a quien realmente nos importa (en todo ámbito). Nuestros clientes (internos y/o externos), sin duda alguna son el centro de nuestro universo y por ello buscamos todo el tiempo ofrecerles soluciones creativas a los problemas que, siguiendo esta buena práctica, hemos identificado con esmero y buena disposición. La experiencia es un grado y un factor determinante en esta situación, incluso para saber “dónde sí, dónde no, con quién si, y con quién no”. Nunca olvides que siempre puedes decir «No gracias».

Te agradezco que hayas llegado hasta aquí, y espero que este pequeño articulo te ayude a reflexionar sobre algunos puntos que de seguro estás viviendo o has vivido, o que con algo de suerte tendrás que vivir (jeje). Yo feliz con que me leas como siempre.

Espero que tengas una semana espectacular.

¡¡Te dejo un gran abrazo!! ✌🏻😊

P.D. Tengo clarísimo dónde y cómo se utilizan los asteriscos en un documento, pero en esta ocasión me pareció conveniente colocarlos así. Estoy de un creativo que no me aguanto. Pletórico, vamos…😂

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